martes, 7 de julio de 2015

Examen físico del torax




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El examen del tórax es muy importante ya que a través de este se puede descubrir múltiples patologías. Para examinar el tórax se realiza de una manera ordenada. En un primer tiempo, se examina al enfermo (inspección somática general); luego, se centra la atención sobre el tórax en reposo (inspección local estática) y durante los movimientos respiratorios (inspección local dinámica).
Antes de comenzar la exposición del tema, es conveniente recordar algunas líneas y puntos de referencia, que son necesarios para la localización topográfica de los procesos patológicos pleuropulmonares.

Conceptos de anatomía y fisiología.


La caja torácica está formada por 12 pares de costillas que articulan por detrás con las vértebras. Por delante, las siete primeras articulan por delante con el esternón; las costillas 8, 9 y 10 se van uniendo entre ellas y forman el reborde costal; las 11 y 12 son flotantes. El diafragma es el músculo más importante para efectuar la respiración. Durante la inspiración, los músculos intercostales expanden el tórax en el diámetro anteroposterior y el diafragma, al contraerse, desciende, y aumenta la altura torácica. Al descender el diafragma comprime las vísceras abdominales y el abdomen protruye. Los músculos escalenos, esternocleidomastoídeos y trapecio pueden participar de los movimientos respiratorios como músculos accesorios (especialmente durante ejercicios o en insuficiencia respiratoria). Durante la inspiración se genera una presión intratorácica negativa que hace entrar el aire. Luego, en la espiración, la misma elasticidad de los pulmones y de la caja torácica hace salir el aire; esta fase también puede ser facilitada por acción muscular (intercostales y musculatura abdominal).

En el interior de la caja torácica se encuentran los pulmones, y en el medio se ubica el mediastino con el corazón, esófago, tráquea, ganglios linfáticos, timo, aorta, vena cava superior e inferior.

El pulmón derecho está formado por 3 lóbulos (superior, medio e inferior) y, el izquierdo, por dos (superior e inferior). La tráquea tiene una longitud de 10 a 11 cm y un diámetro de 2 cm. A la altura del ángulo esternal, por delante, y de D4, por detrás, se bifurca en los dos bronquios principales. El derecho es más grueso, corto y vertical, y, por lo mismo, está más expuesto a la aspiración de cuerpos extraños. Los bronquios siguen dividiéndose hasta llegar a nivel de bronquíolos y finalmente alvéolos. Es en estas estructuras en donde ocurre el intercambio gaseoso (se capta oxígeno que viene del aire exterior y se libera anhídrido carbónico).




Limites del Tórax




La caja torácica se encuentra limitada por las costillas, las cuales tienen una fuerte dirección oblicua de atrás adelante y de arriba abajo, hasta el punto de una horizontal que pase por la extremidad anterior del primer cartílago costal alcanza, en la espalda, el nivel de la IV costilla.

Algunas líneas de referencias que más se usan en clínica:
Medioesternal, que desciende a lo largo del eje medio del esternón, desde la fosa yugular hasta el apéndice xifoides. Divide la pared anterior del tórax en dos mitades simétricas. Esta la paraesternal, mamilar, línea medio clavicular, axilar anterior, medio y posterior, etc. Comprende algunas regiones como el supraclavicular, supra esternal, infra clavicular, mamaria, supra escapular, etc.

 El examen del tórax se hace mediante cuatro procedimientos que son:
Inspección
Palpación
Percusión
Auscultación



INSPECCIÓN

La inspección debe efectuarse con el paciente de pie, sentado o echado en cama, si su estado es grave y no puede incorporarse. La inspección se divide en dos:

  1. Inspección estática
  2. Inspección dinámica 

Inspección estática

En la inspección se debe tener en cuenta la simetría, si hay presencia de masas, nódulos, cicatrices, cambio en el color de la piel, deformidades que pueden ser congénitas o adquiridas. Y también es importante la observación de la respiración.
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Las deformidades congénitas pueden ser

Tórax paralitico: Es plano y largo, con las costillas muy oblicuas hacia abajo.
Tórax acanalado: Discreto hundimiento longitudinal del esternón sin trastorno alguno.
Pectus excavatum (tórax en embudo): Pecho hundido en la región esternal.
Tórax piramidal: Se caracteriza por un excesivo desarrollo costal.
Tórax piriforme: Expansión de la parte superior del tórax, adelgazado hacia abajo, entre otras.







Algunas de las deformidades adquiridas:

Pectus carinatum (tórax en carena): se caracteriza por la protrusión simétrica del esternón.
Tórax raquítico: Las costillas blandas y poco elásticas se deprimen proyectando el tórax hacia delante, sobre todo en su parte media.
Tórax enfisematoso (tórax en tonel): Caracterizado por presentar una forma globosa del tórax por el aumento de sus diámetros antero posterior y transverso, rígido y en posición inspiratoria.
Tórax escafoideo: Se caracteriza por el hundimiento de la parte superior del esternón, acompañado a veces de subluxación de ambas clavículas.









Inspección dinámica de la pared torácica

Sirve para precisar las características de los movimientos respiratorios en lo que se refiere a su frecuencia, ritmo, amplitud y simetría.
La respiración normal consiste de la sucesión rítmica y fluida de los movimientos de expansión (inspiración) y de retracción (espiración), sin que el ojo pueda observar ningún intervalo entre el final de uno y el comienzo del otro. En estado normal, se observan dos tipos de respiratorios que son, toracoabdominal, propio del sexo masculino. Se observa en la mujer con procesos dolorosos del tórax y el costal superior, propio del sexo femenino. La acción de los músculos de la cintura escapular.
También se puede observar si el paciente presenta:
Taquipnea, que es un aumento de la respiración.
Bradipnea, disminución respiratoria.
Disnea, dificultad para respirar. También ortopnea, apnea.


Trastornos del ritmo respiratorio 

Respiración de cheyne stokes:  



Se observan series de respiraciones de profundidad creciente y luego decreciente, después de las cuales el paciente deja de respirar (apnea) durante un periodo variable de 10 a 30 segundo. Se debe fundamentalmente a un aumento de la sensibilidad al dióxido de carbono.

Respiración de Kussmaul



La amplitud y la frecuencia ventilatoria se encuentran aumentadas con un ritmo regular y sostenido, con una espiración de tipo resoplante y prolongada. Se observa en las acidosis metabólicas como la cetoacidosis diabética o la insuficiencia renal.



Reparación de Biot:



Respiración que mantiene cierto ritmo, pero interrumpido por períodos de apnea. Cuando la alteración es más extrema, comprometiendo el ritmo y la amplitud, se llama respiración atáxica. Ambas formas se observan en lesiones graves del sistema nervioso central


Respiración paradójica, cuando las fracturas costales son múltiples o bilaterales, o la costilla se fractura en dos o más puntos, o se asocian a fracturas del esternón, se puede perder la estabilidad de la pared torácica con grave trastorno para la función respiratoria, entre otros tipos de respiraciones






PALPACIÓN

Una vez efectuada la inspección del tórax, se procede a su palpación. En la palpación se busca las vibraciones vocales. Nos proporciona datos sobre las partes blandas y caja torácica, axilas y tórax, movimientos respiratorios, elasticidad pulmonar, frémitos laringotraqueal, bronquico, pleural, fluctuación torácica, laringe y tráquea.
En los sujetos sanos, el tórax no duele al ser palpado. Si esto ocurre, debe buscar la causa. Para explorar la frecuencia respiratoria, se coloca la mano sobre el pecho del enfermo y se cuentan las respiraciones por minutos. La respiración puede ser normal o anormal.







PERSECUCIÓN

Tiene una importancia semiológica considerable. Nos orienta sobre el estado físico y limites del pulmón subyacente. Consiste en golpear suavemente la superficie del cuerpo con el fin de obtener sonidos cuyas cualidades permiten reconocer el estado físico del tórax.
La técnica percutoria más útil es la digitodigital de Gerhardt, aplicando solamente sobre la piel del extremo de la falange terminal del dedo plesímetro. El dedo percutor golpea en dirección perpendicular al dedo plesímetro. La percusión directa nos da rápida cuenta de si las bases del pulmón se encuentran o no ocupadas.
La percusión debe ser ligera, golpeándose siempre con igual intensidad, y comparativa en zonas simétricas. El sonido que se obtiene durante la percusión del tórax normal depende del lugar donde se aplica el plesímetro, sobre los pulmones se obtiene el ruido o sonido claro pulmonar, sobre el corazón e hígado, matidez, y a nivel del espacio de Traube, timpanismo.








AUSCULTACIÓN

Es el procedimiento de la exploración física que consiste en escuchar en busca de los sonidos normales o patológicos producidos por el cuerpo humano. Se efectúa directamente con la oreja o por medio del estetoscopio aplicado sobre la piel del tórax.



Para una correcta auscultación:
El tórax debe estar desnudo
No se debe motivar la alteración de la respiración durante la auscultación de la respiración.
Auscultación debe ser ordenada y completa.
No debe haberse terminado la auscultación sin haber hecho toser al paciente.
En la auscultación normal se escuchara los ruidos como:

Ruido laringotraqueal: Soplante, de tonalidad elevada.
Respiración broncovesicular: Intensidad intermedia.
Murmullo vesicular (MV): Soplo suave, ligero, musical.El murmullo vesicular es, esencialmente, un ruido inspiratorio continuo (que se percibe durante toda la inspiración). En circunstancias patológicas, se puede dar cuenta de las variaciones del murmullo vesicular, de la existencia de ruidos adventicios o accidentales (soplos, estertores) y de la transmisión anormal de la voz hablada o de los ruidos producidos en la superficie del tórax.
Entre los ruidos anormales que se pueden escuchar están:

-Sibilancias: Tono alto y agudo, se ausculta en crisis de asma bronquial y obstrucciones parciales de bronquios.
-Roncus: Tono grave y bajo. Se ausculta en el asma bronquial y bronquitis crónica.
-Estertores: Sonido anormal que se ausculta durante la inspiración. Se caracteriza por un burbujeo discontinuo, etc.

martes, 16 de junio de 2015

Examen de mama


EXAMEN DE LA MAMA

La exploración de la mama constituye una parte importante del examen físico, porque el descubrimiento de un cáncer asintomático inicial depende totalmente de él. La mama de la mujer tiene un volumen, forma y consistencia muy variables. La mama de la virgen es lisa, cónica y consistencia elástica firme. Muchas veces es sensible a la palpación, especialmente en la fase premenstrual. Los bordes de la mama están netamente definidos y toda la estructura puede desplazarse libremente deslizándola sobre la pared torácica. En las etapas posteriores de la vida las mamas sufren cambios involuntarios como lo son en el embarazo y la lactancia, presenta consistencia irregular, y pierde su borde netamente definidas.
La porción de grasa varía según el hábito general. En la persona obesa, suele ser voluminosa y péndula. En la mujer delgada se vuelve pequeña y atrófica. Además de los cambios que en la mama imprime la edad, hay grados variables de repleción y espesor en las mamas normales. Los cambios cíclicos que acompañan a la menstruación originan hiperplasia epitelial e involución acompañada de fibrosis, que puede describirse por examen físico como zonas de consistencia granulosa mal definida. Cambios netos de este tipo se producen en el cuadro clínico de la fibroadenosis o mastitis quística crónica.
Si la mama de la mujer normal se explora con el pulgar y el índice, casi siempre se obtiene sensación de nudosidad manifiesta. Si la mama se aplica contra la pared torácica con la palma de la mano, estando la paciente en decúbito supino; esta sensación desaparece. Un nódulo bien separado que puede reconocerse netamente al comprimir la mama en esta forma ha de considerarse tumoral, a menos que su naturaleza haya esclarecido por examen histológico.

Aunque una paciente no se queje de molestias mamarias, siempre es necesario llevar a cabo en ella un examen detallado sistemático.

Inspección





La paciente, sentada, debe estar desnuda de la cintura hacia arriba. Observe el volumen y simetría de las mamas. Note la presencia de cambios de color de piel, ulceraciones, presencia de hoyuelos en la piel, edema, deformación o retracción de los pezones. Pídase a la paciente que levante y baje lentamente los brazos. En el curso de esta maniobra el observador ha de vigilar si hay fijación de la piel de los pezones, desplazamiento de la posición relativa de los mismos o deformación de las mamas o masas por masas fijas. Se inspeccionan las axilas investigando la presencia de ganglios linfáticos aumentados de volumen o infecciones superficiales.

Las mamas se inspeccionan estando la paciente sentada, con los brazos descansando sobre las caderas. La paciente aprieta entonces las manos contra, contrayendo los músculos pectorales. La mama afectada de cáncer se eleva más que la mama normal y las áreas de depresiones o fijación pueden hacerse obvias.


Palpación

Lo mejor para efectuar la palpación de las regiones supraclavicular y axilar es tener la paciente sentada. Se palpa la región supraclavicular con cuidado utilizando la punta de los dedos mientras la paciente tiene los brazos caídos. Se recomienda repetir esta parte del examen poniéndose detrás de la paciente, como para examen de la nuca. Los pectorales de la enferma han de estar relajados para poder palpar debidamente la axila; esto se logra manteniendo el brazo con una mano mientras se explora la axila con las puntas de los dedos de la otra. Los pliegues axilares anterior y posterior también deben palparse en esta posición.

Primero se palpa la mama, teniendo la paciente el brazo relajado hacia un lado, luego con el brazo por encima de su cabeza. Amasando el órgano entre los dedos se percibe su consistencia general, pero la maniobra no sirve para descubrir pequeñas masas.
Quizá resulte necesario que el examinador utilice ambas manos si las mamas son voluminosas y gruesas.


VALORACIÓN DE UNA MASA O NÓDULO EN LA MAMA

El descubrir una lesión en el curso del examen requiere definir o aclarar los siguientes puntos:

1. Localización
Suele designarse la localización de la lesión según el cuadrante de la mama en el cual se halla situada.

2. ¿La lesión, es simple o múltiple?
Los nódulos múltiples harán sospechar enfermedad quística o fibroadenosis benignas; un nódulo aislado probablemente sea neoplásico, por muy benigno que parezca a la palpación.

3. Sensibilidad y consistencia de la masa
La hipersensibilidad a la presión debe hacer sospechar lesión inflamatoria o quística. Un nódulo irregular, duro, e indoloro es característico del cáncer.

4. ¿La lesión, está fijada a la pared torácica?
La fijación de una lesión a la pared del tórax suele indicar carcinoma avanzado. La movilidad de una lesión se demuestra tomando la mama ellas manos y moviéndola cuidadosamente sobre la pared torácica.

5. ¿Hay hoyuelos en la piel?
Cuando el cáncer infiltra el tejido mamario produce acortamiento de fibras conjuntivas que unen la piel al órgano. La consecuencia es retracción de la piel al órgano. La consecuencia es retracción de la piel por encima del tumor piel de naranja. A veces se manifiesta, o quizás solo se demuestre ejerciendo una ligera compresión al tejido mamario entre los dedos pulgar e índice de ambas manos o por contracción de pectorales.

6. ¿Si hay retracción o desplazamiento del pezón?
La necrosis grasa y el carcinoma tienen tendencia a producir desviación o retracción del pezón. La inversión del peso en algunas mujeres es normal.

7. ¿Están infartados los ganglios axilares o supraclaviculares?
Hay que tener particular cuidado al palpar, especialmente debajo del borde del pectoral mayor y en el vértice de la axila. Los ganglios neoplásicos tienen dureza característica, a veces incluso pétrea, pero cualquier hipertrofia ganglionar puede depender de un carcinoma.


Auto exploración de mama

   

HEMORRAGIA A NIVEL DEL PEZÓN



Aunque la hemorragia del pezón es síntoma poco común, siempre debe alarmar porque suele tenerse la idea a de que la sangre esta en relación con un carcinoma. De hecho, la producen con igual frecuencia las lesiones benignas que las malignas. Las lesiones que más frecuentes se observan en relación con una pérdida sanguínea a nivel del pezón son: papilomas, mastitis quísticas crónicas y cáncer.
El diagnóstico de la enfermedad quística crónica es probable en caso de nudosidad irregular difusa por toda la mama. La biopsia es imprescindible.
Si en la mama no hay ninguna masa, el estudio cuidadoso del pezón puede descubrir un conducto dilatado que nos indique de cual cuadrante viene la sangra. Si no se observa un conducto dilatado, ejerciendo con todo cuidado movimientos adecuados para vaciar la mama exprimiéndola hacia el pezón, a veces puede obtenerse secreción y localizar así el conducto afectado.
En algunas ocasiones la paciente puede describir el punto exacto del pezón por donde la sangre salió. Una vez localizado, la palpación cuidadosa de la zona correspondiente puede descubrir un cordón duro que se extiende en sentido radial desde el pezón indicando la presencia de un papiloma blando. En ocasiones se comprueba que la hemorragia proviene de más de un conducto. En tales circunstancias, si no puede percibirse una lesión palpable en la mama, ni descubrir por transluminación, es muy poco probable que el flujo provenga de cáncer.

Polimastia o mama supernumeraria
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Puede hallarse por encima o por debajo de la mama normal; a veces existe una mama supernumeraria con ausencia de pezón.


ALGUNAS LESIONES IMPORTANTES DE LA MAMA

Cáncer de Mama



Cualquier nódulo palpable de la mama puede ser carcinoma. El diagnostico precoz debe efectuarse descubriendo nódulos pequeños, muchas veces móviles. En general los nódulos cancerosos tienden a ser más firmes y duros que las lesiones quísticas o inflamatorias, y no causan dolor.

Principales factores de riesgos
· Menopausia tardía (sobre los 55 años).
· Primera menstruación muy temprana (antes de los 12 años)
· Mujeres sin hijos o nacimiento del primer hijo después de los 30 años.
· Estrés.
· Vida sedentaria
· Dieta rica en grasas
· Consumo excesivo de alcohol.
· Fumar.
· Dolencias benignas en la mama. (Quistes).
· Exposición prolongada a terapias hormonales. (No comprobado).
· Antecedentes familiares de cáncer de mama antes de la menopausia
· Obesidad

Los signos físicos característicos del carcinoma de mama solo aparecen cuando la lesión lleva cierto tiempo de evolución. El carcinoma endurece y acorta los tabiques fibrosos de la mama y a medida que se desarrolla producen hoyuelos en la piel que lo recubre. Más tarde pueden dificultar el curso de la linfa y producir engrosamiento correoso de la piel (piel de naranja). Puede observarse retracción del pezón. Si la neoplasia invade el sistema de conductos, se observa flujo purulento o hemático a nivel del de los pezones, esto es característico del carcinoma intracanalicular.

La lesión no suele ser sensible a la presión a menos que se trate de canceres inflamatorios. Los ganglios duros, aislados en la región axilar o supraclavicular, indican carcinoma mamario avanzado o de desarrollo rápido.

CÁNCER INFLAMATORIO




Algunos canceres de la mama semejan lesiones inflamatorias. Puede haber dolor, fiebre e hipersensibilidad que sugiere un absceso. Algunas veces, el borde que avanza del tumor infiltrarte puede ser tan intensamente rojo, sobresaliente y sensible, que parece una celulitis aguda. Es común en mujeres pre menopáusicas.


Papiloma Intracanalicular




Es característica de esta lesión la aparición de sangre por el pezón. El examen cuidadoso del pezón puede demostrar cuál es el conducto dilatado del cual sale la sangre. Una vez identificado el conducto enfermo, la palpación cuidadosa de la zona vecina suele mostrar la presencia de un pequeño tumor o un cordón delgado que se extiende en sentido radial por el tejido mamario


Enfermedad de Paget de la Mama




Esta enfermedad se manifiesta por una excoriación roja granulosa del pezón, o por una lesión seca y escamosa que sangra fácil por contacto. A veces afecta la areola. Se acompaña siempre de carcinoma subyacente que a veces puede descubrirse por palpación.

Fibroadenoma de la Mama

La presencia de un tumor duro en la mama de una mujer joven, muchas veces lobulado y móvil, no doloroso, probablemente indique fibroadenoma.

Fibroadenoma Tipo Juvenil
Suelen ser solitarios y mayores que los del tipo adulto. La lesión es ligeramente firme y móvil, esta encapsulada y no adherida a la piel.


Mastitis Crónica 

La mastitis es un término médico que se refiere a la inflamación de la glándula mamaria de primates y la ubre en otros mamíferos. La mastitis puede ser llamada también absceso subareolar, ectasia ductal, inflamación periductal o enfermedad de Zuska. Se denomina mastitis puerperal cuando ocurre en madres lactantes y no-puerperal en el resto de los casos. La mastitis raramente ocurre en hombres o animales machos. Por su similitud con los síntomas del cáncer de mama, se debe excluir uno para el diagnóstico del otro.
Este proceso patológico común produce nódulos únicos o múltiples difusos por ambas mamas. A veces solo se afecta un cuadrante, lo cual hace imposible el diagnóstico diferencial con cáncer. Casi siempre hay un engrosamiento del tejido mamario vecino, sin fijación de la lesión, con hipersensibilidad de la lesión.


Adenosis o Fibroadenosis de la Mama



Por la presencia de pequeños nódulos como perdigones dispersos en ambas esta variante de las enfermedades quística crónica se caracteriza por la presencia de pequeños nódulos como perdigones dispersos en ambas mamas. Se acompaña de molestia focal considerable e hipersensibilidad a la palpación.


Sarcoma

Linfosarcoma, fibrosarcoma y rabdomiosarcoma pueden afectar la mama, el último generalmente por extensión directa desde los músculos pectorales o metástasis por vía sanguínea.


Necrosis Grasa


Puede producirse a cualquier edad; generalmente se observa en mamas voluminosas, péndulas, y grasas.

Ginecomastia

La ginecomastia o tipo femenino de la mama en varón, suele ser unilateral. Su aspecto es muy característico. Debe distinguirse del simple desarrollo excesivo de grasa en la mama masculina normal. En el adulto joven, la ginecomastia suele ser simétrica e idéntica a la que se observa en la mama femenina

Examen físico del cuello




Conceptos de anatomía y fisiología.


En el examen del cuello destacan estructuras como las vértebras cervicales, los músculos trapecio y esternocleidomastoídeo, los cartílagos hioides, tiroides y cricoides, la tráquea, ganglios linfáticos, la glándula tiroides, las arterias carótidas y las venas yugulares. El músculo esternocleidomastoídeo se inserta en el esternón y el tercio medial de la clavícula, en un extremo, y el proceso mastoides, en el otro. El músculo trapecio se extiende desde el borde lateral de la clavícula, la escápula y las vértebras cervicales, hasta el promontorio occipital. Entre estas estructuras se configura el triángulo posterior que está delimitado entre el trapecio, el esternocleidomastoídeo y la clavícula, y el triángulo anterior, entre el esternocleidomastoídeo, la mandíbula y la línea anterior del cuello. La arteria carótida y la vena yugular interna quedan debajo del esternocleidomastoídeo, hacia el borde anterior. La glándula tiroides está formada por dos lóbulos laterales, del porte de un pulgar, unidos al medio por un puente de tejido llamado itsmo, que se ubica más abajo del cartílago cricoides. Los lóbulos laterales rodean los anillos cartilaginosos de la tráquea y quedan cubiertos por el borde anterior del músculo esternocleidomastoídeo. La arterial carótida común se bifurca en una división interna y otra externa un poco antes del ángulo de la mandíbula, a la altura del borde superior del cartílago tiroides ("manzana de Adán"). La vena yugular externa cruza superficialmente el músculo esternocleidomastoídeo, en dirección hacia arriba y adelante.

Inspección:
Está orientada a buscar cambios en:
La forma del cuello (adenopatías, bocio, lipomas, quistes o tumores). En este caso es muy importante la ubicación del aumento de volumen cervical pues nos orientará en el diagnóstico.
La piel: signos vasculares, congestión venosa, cicatrices quirúrgicas, nevos, melanoma y radiodermitis. También puede verse el orificio externo de fístulas.

Debe examinarse la posición y movilidad de la cabeza en busca de espasmos musculares.






Palpación
La palpación se lleva a cabo desde el frente o desde atrás del paciente, lo importante es que ambos lados deben ser palpados y comparados. La cabeza debe inclinarse levemente hacia delante para relajar los tejidos blandos
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La palpación en busca de adenopatías debe ser sistemática y se recomienda seguir un orden: desde los linfonodos submentonianos hacia los submandibulares, luego a lo largo de esternocleidomastoídeo hasta el espacio supraclavicular, y desde ahí siguiendo el curso del nervio accesorio terminando en los grupos retroauricular y preauricular


Palpe los ganglios siguientes en esta secuencia:

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1) pre auriculares: delante de la oreja
2) Auriculares posteriores: superficiales a la apófisis mastoides
3) Occipitales: en la base del cráneo, por la cara posterior
4) amigdalina: en el Angulo de la mandíbula
5) submandibuares: a mitad de camino entre el angulo de la mandíbula y el mentón. Estos ganglios suelen ser más pequeños y lisos que la gandula submandibular lobular, sobre la que apoyan.
6) Submentoniano: en la línea media, unos centímetros por detrás del mentón.
7) Cervicales superficiales: superficiales al esternocleidomastoideo
8) Cervicales posteriores: a lo largo del borde anterior del músculo trapecio
9) Cadena cervical profundo: en la prefundida del esternocleidomastoideo.
10 )supraclavicular: en la profundidad del ángulo formado por clavícula y el músculo esternocleidomastoideo.



Auscultación:
Buscamos la presencia de soplo


La traquea y la Glándula Tiroides

GLÁNDULA TIROIDES


Órgano muy vascularizado, situado en la región anterior del cuello, que pesa aproximadamente 30 g y está formado por dos lóbulos bilaterales conectados en el centro por un istmo estrecho y un lóbulo accesorio o pirámide de lalowet. La glándula tiroides segrega la hormona tiroxina directamente a la sangre y forma parte del sistema endocrino de las glándulas de secreción interna. Es esencial para el crecimiento normal del cuerpo en la infancia y su extirpación reduce enormemente los procesos oxidativos del cuerpo, produciendo un índice metabólico bajo característico del hipotiroidismo.


La secreción hormonal del tiroides está regulada por la hormona TSH (hormona estimuladora del tiroides) que es segregada por el lóbulo anterior de la hipófisis que controla la liberación de hormona tiroidea y es necesaria para el crecimiento y función de la glándula tiroides. La secreción de TSH está regulada por el factor liberador de tirotropina, elaborado en la eminencia media del hipotálamo.
Inspección
En la inspección se observa la presencia de bocio, en la palpación se utiliza la técnica bimanual buscando la existencia de bocio, tiroiditis, hipertiroidismo o hipotiroidismo, nódulos, su localización y su captación.

Pedimos al paciente que beba un poco de agua, extienda de nuevo el cuello y degluta. Observe el movimiento ascendente de la glándula tiroides, anotamos su contorno y simetría. El cartílago tiroides, el cartílago cricoides y la glándula tiroides ascienda todos durante la deglución y luego descienden hasta sus pociones iniciales.



PALPACIÓN 

Para orientarse en el cuello, reconozca los cartílagos tiroides y la traquea situada por debajo. 
Inspeccione la posible desviación de la traquea de su posición habitual en la línea media, Los espacios deben ser simétricos.

A la palpación cualquier desviación. Coloque el dedo a un lado de la tráquea y advierta entre el espacio entre el y el esternocleidomastoideo. Comparamos con el otro lado.

La palpación de la glándula tiroides se realiza desde atrás del enfermo, con los pulgares afirmados debajo de la nuca y los dedos restantes sobre la región tiroidea en la cara anterior del cuello. Es útil ubicar la posición del cartílago cricoides, ya que inmediatamente bajo él se encuentra el istmo tiroideo. En esta posición se indica al enfermo que degluta mientras se intenta delimitar los lóbulos tiroideos. La glándula asciende con los movimientos deglutorios
Pedimos al paciente que flexione ligeramente el cuello hacia delante para relajar los músculos esternocleidomastoideos.

Coloque los dedos de ambas manos sobre el cuello del paciente, de manera que los índices queden justo por debajo del cartílago cricoides.
Pedimos al paciente que beba agua y la degluta, palpe como el istmo tiroideo ascienda por debajo de las yemas digitales. El istmo se palpa a menudo, pero no siempre.


Desplace la traquea a la derecha a la derecha con los dedos de la mano izquierda, con los dedos de la manos derecha, palpe el lóbulo derecho del tiroides en el espacio comprendido entre la traquea desplazada y el músculo esternocleidomastoideo relajado.




Finalmente debe palparse la tráquea, evaluar su movilidad en sentido lateral y su ubicación en la línea media (descartar desplazamientos).

Auscultación:

Debe realizarse cuando se sospecha tumor del cuerpo carotídeo, aneurismas vasculares, estenosis carotídea o bocio hipertiroideo


Lesiones

QUISTE TIROGLOSO
Es un quiste fibroso que se forma de manera persistente en el conducto tirogloso, usualmente el medio del cuello, doloroso a la palpación, en especial si llega a infectarse. Puede causar dificultades para respirar, para tragar y/o malestar abdominal, especialmente si la masa se torna grande.


QUISTE BRANQUIAL: 
Es un trastorno congénito, caracterizado por la aparición de un nódulo o masa en el cuello de forma ovalada, movible y aparece justo por debajo de la piel entre el músculo esternocledomastoideo y la faringe. En la mayoría de los casos tiene su origen del segundo arco branquial y por esa razón aparece en la cara lateral del cuello. Por lo general su aparición es en la edad preescolar después de una infección del tracto respiratorio superior. El diagnóstico lo corrobora una ecografía el cual visualiza su forma quística y su contenido. El tratamiento es la extirpación completa quirúrgica, pues no se reduce con medicamentos.


EL HIGROMA QUÍSTICO: 
Es una malformación congénita, que consiste en uno o más espacios linfáticos llenos de líquido. Se puede observar en recién nacidos sanos y está asociado a trastornos de tipo genético.1 Su incidencia es relativamente baja, aproximadamente de 1 por 50,000 nacimientos.

Lesiones de la Glándula Tiroides

El bocio endémico 
Es crecimiento de la glándula tiroidea producido por la ingesta en la dieta de cantidades inadecuadas de yodo. La privación de yodo conduce a la disminución de la producción y secreción de hormona tiroidea por parte de la glándula. Inicialmente, el bocio es difuso; después se hace multinodular. El bocio endémico se produce en ocasiones en adolescentes durante la pubertad, y de forma muy amplia en determinados grupos de población de ciertas zonas geográficas en las que existe poco yodo en la tierra, el agua y en los alimentos. Los bocios de gran tamaño pueden producir disfagia, disnea, desviación traqueal y problemas estéticos.

Hipertiroidismo
Se examina la presentación glandular, las manifestaciones clínica sistémicas. La glándula tiroides segrega la hormona tiroxina directamente a la sangre y forma parte del sistema endocrino de las glándulas de secreción interna. Es esencial para el crecimiento normal del cuerpo en la infancia y su extirpación reduce enormemente los procesos oxidativos del cuerpo, produciendo un índice metabólico bajo característico del hipotiroidismo. Se puede ver en la enfermedad de Graves (Trastorno caracterizado por un marcado hipertiroidismo, normalmente asociado a una glándula tiroides aumentada de tamaño y exoftalmos) presentando tres signos especiales bocio, hipertiroidismo, exoftalmos.

Tiroiditis: Inflamación de la glándula tiroides. La tiroiditis aguda, causada por infecciones estafilocócicas, estreptocócicas y por otros agentes, se caracteriza por supuración, dolor intenso, inicio súbito, disfagia, fiebre, formación de abscesos y puede progresar a enfermedad subaguda difusa de la glándula. La tiroiditis subaguda se caracteriza por fiebre, debilidad, dolor de garganta y aumento doloroso de la glándula, que contiene granulomas formados por masas coloidales rodeadas de células gigantes y células mononucleares.

Tiroiditis de Quervain
Proceso inflamatorio del tiroides, caracterizado por tumefacción y dolor a la palpación de la glándula, fiebre, disfagia, fatiga y dolor intenso en cuello, oídos y mandíbula. Suele producirse después de una infección viral del tracto respiratorio alto y tiene tendencia a remitir espontáneamente y a recurrir varias veces.

Enfermedad de Hashimoto:
  
Enfermedad tiroidea autoinmune caracterizada por la producción de anticuerpos en respuesta a antígenos tiroideos y por la sustitución de las estructuras normales tiroideas por linfocitos y centros germinales linfoides. El tiroides, típicamente aumentado de tamaño, amarillo pálido y grumoso en su superficie, muestra infiltración linfocítica densa y el tejido tiroideo restante contiene frecuentemente pequeños folículos vacíos. El bocio habitualmente es asintomático, pero en ocasiones el paciente se queja de disfagia y de presión local. El timo está generalmente aumentado de tamaño y los ganglios linfáticos regionales muestran a menudo hiperplasia.


Estruma de Riedel
Trastorno caracterizado por la fibrosis lentamente progresiva de una glándula tiroides aumentada de tamaño, con sustitución del tejido tiroideo normal por tejido conectivo denso. Los síntomas son: sensación de atragantamiento, disnea, disfagia e hipotiroidismo, aunque en algunos pacientes la glándula funciona con normalidad.

Cáncer de tiroides 
El primer signo de cáncer puede ser un aumento de tamaño de la glándula tiroides, un nódulo cervical palpable, ronquera, disfagia, disnea o dolor a la presión. la glándula se palpa dura, petra, adherida al tejido subyacente acompañado de comprensión del esófago y la tráquea. Con metástasis de ganglios cervicales. Más de la mitad de las enfermedades malignas del tiroides son carcinomas papilares, alrededor de un tercio son carcinomas foliculares y el resto son carcinomas anaplásicos invasivos de rápido crecimiento, carcinomas medulares que segregan calcitonina y lesiones metastásicas de tumores primarios de la mama, riñones o pulmones.

Examen físico de la cabeza



La cabeza comprende el cráneo y la cara.

CRÁNEO

Primero se explora por inspección, la posición, la forma y las proporciones de la cabeza en su conjunto, y por medición o apreciación, su altura. Solo ante la sospecha de determinadas situaciones patológicas,el cráneo se percute y se ausculta.

La forma y las proporciones de la cabeza en su conjunto, varían según el tipo constitucional, la raza, la edad y el sexo. Así, en el brevilíneo predominan el diámetro cefálico transversal (braquicéfalo) y las procidencias faciales vinculadas al aparato masticatorio (maxilar inferior y maseteros); en el longilíneo es mayor el diámetro sagital (dolicocéfalo),y se acentúan los elementos vinculados al aparato respiratorio (nariz, malares, arcadas supraorbitarias); en el normolíneo habitualmente las proporciones son armónicas.

La altura de la cabeza, desde el vértice hasta el mentón, es de 18-20 cm,o sea, el 13 % de la longitud del cuerpo; proporcionalmente es mayor en la mujer y en el recién nacido que en el hombre.

Cuero cabelludo



El cuero cabelludo tiene la función de preservar el calor corporal además de protegernos del sol y sus radiaciones ultravioletas. Con el paso del tiempo el cabello se adelgaza y pierde densidad, este es un proceso normal dentro del ciclo de envejecimiento, pero existen otra serie de factores que pueden conllevar a la pérdida acelerada del cabello y que tienen su origen en el mal estado del cuero cabelludo.

Tipos de enfermedades del cuero cabelludo

Dermatitis seborreica: Más conocida comúnmente como caspa y se percibe fácilmente por un exceso de grasa en el cuero cabelludo que conlleva a la inflamación y posterior descamación.

Psoriasis: Esta es una enfermedad de origen genético que afecta paralelamente a otras áreas como los codos y las rodillas en las que se produce una descamación intensa acompañada de picor y escozor.

Foliculitis: Consiste en una inflamación del folículo piloso provocada por bacterias estafilococos .

Tricotilomanía: Tiene un origen psicológico ya que las personas que la padecen se arrancan el pelo consciente o inconscientemente para descargar la tensión y su recurrencia es comparable al trastorno de comerse las uñas.

Alopecia areata: Enfermedad de carácter emocional y consiste en la despoblación de ciertas áreas del cuero cabelludo normalmente en forma de círculos.

CARA

En su exploración tendremos en cuenta los aspectos siguientes:

1. Inspección y palpación de la cara.

2. Exploración de las estructuras externas del ojo.

3. Examen de la nariz y los senos perinasales.

4. Exploración de las estructuras externas e internas de la boca.

5. Examen del oído externo.


Inspección y palpación de la cara

En la cara exploraremos por inspección: su forma, el trofismo y la simetría de los surcos de la frente, las mejillas y los labios, tanto en reposo como al movimiento espontáneo al hablar o a los ordenados, y la forma y simetría de la mandíbula y el mentón. A la palpación se descarta la existencia de dolor o tumoraciones.

Es conveniente explorar los senos perinasales mediante la palpación de puntos que son dolorosos, cuando los senos se encuentran inflamados (sinusitis).

Exploración de las estructuras externas del ojo

Es necesario investigar la integridad anatómica de los ojos y de sus funciones.

Cejas.





Pacientes con hipotiroidismo puede presentar una pérdida de la cola de las cejas (es conveniente asegurarse que no sea porque se las depila).

Párpados.

Interesa ver si funcionan en forma simétrica o si existen lesiones en ellos. Si el paciente no puede abrir un ojo, o lo logra en forma parcial, se puede deber a edema (p.ej.: por una alergia), una sufusión de sangre (p.ej.: por un traumatismo), porque existe un problema muscular (p.ej.: por miastenia gravis) o neurológico (p.ej.: por compromiso del nervio oculomotor). La caída del párpado superior se conoce como ptosis palpebral.







Ectropión: es cuando el párpado, especialmente el inferior, está evertido (dirigido hacia afuera) y las lágrimas no logran drenar por el canalículo y el ojo lagrimea constantemente (epífora).

Entropión: es cuando los párpados están vertidos hacia adentro y las pestañas irritan la cornea y la conjuntiva.





Un orzuelo es la inflamación del folículo de una pestaña, habitualmente por infección estafilocócica.





Chalazión es una inflamación crónica de una glándula meibomiana (son glándulas que se ubican en el interior de los párpados y drenan hacia el borde de ellos).




Pueden verse lesiones solevantadas y de color amarillento, especialmente hacia los ángulos internos de los ojos, que se conocen como xantelasmas y se deben a un trastorno del metabolismo del colesterol.

Cuando el paciente no puede cerrar bien un ojo (p.ej.: por parálisis del nervio facial), y el párpado no cubre bien el globo ocular, se produce un lagoftalmo; esta condición puede llegar a producir una úlcera corneal por falta de lubricación.




Una blefaritis es una inflamación aguda o crónica de los párpados. Se puede deber a infecciones, alergias o enfermedades dermatológicas.




Un epicanto es un pliegue vertical en el ángulo interno del ojo. Se ve en algunas razas asiáticas y en personas con síndrome de Down (mongolismo).




Conjuntivas.

La palpebral se observa traccionando el párpado inferior hacia abajo. Normalmente es rosada y en caso de existir anemia se puede observar pálida. La conjuntivitis es una inflamación o infección de las conjuntivas. Los ojos se ven irritados, con aumento de la vasculatura (hiperémicos) y se encuentra una secreción serosa o purulenta. La hemorragia subconjuntival compromete la conjuntiva bulbar y da un color rojo intenso; no se extiende más allá del limbo corneal. El pterigión (o pterigio) es un engrosamiento y crecimiento de la conjuntiva bulbar, habitualmente en el lado interno del ojo, que puede invadir la córnea desde el limbo corneal. Es frecuente en personas que trabajan expuestas a luz solar, y por lo tanto, a ondas ultravioleta. Hay que diferenciar esta condición de la pinguécula que es una especia de carnosidad amarillenta que aparece en la conjuntiva bulbar, en el lado nasal o temporal.

La epiescleritis es una inflamación de la epiesclera que es una capa de tejido que se ubica entre la conjuntiva bulbar y la esclera; se debe habitualmente a una causa autoinmune.

La dacriocistitis es una inflamación del saco lagrimal y se ve un aumento de volumen entre el párpado inferior y la nariz; el ojo presenta lagrimeo constante (epífora).





En la xeroftalmía existe falta de lágrimas y el ojo se irrita. Se ve en la enfermedad de Sjögren, que es de naturaleza autoinmune.

Esclera.

Normalmente se ve de color blanco. Cuando existe ictericia, aparece un color amarillento. Para detectar este signo, la bilirrubina requiere ser de 2 a 3 mg/mL. El examen debe efectuarse con luz natural por ser de color blanco. Cuando se examina con la luz artificial, que con frecuencia da una coloración amarillenta, este signo podría pasar desapercibido.





Córnea.

Es importante fijarse si es transparente, si existen opacidades, la curvatura que tiene. Es conveniente fijarse si el paciente está con lentes de contacto ya que tienden a desplazarse al tocar los ojos durante el examen. La sensibilidad se examina con una tórula de algodón (cuidando que no deje pelusas): se toca ligeramente el borde de la córnea y se debe obtener como respuesta un parpadeo (reflejo corneal). Pueden existir opacidades como producto de la cicatrización de lesiones traumáticas o ulceraciones. En el margen de la córnea se pueden apreciar cambios de coloración que dan lugar a lesiones en forma de anillo, como el arco senil o arco corneal, que se observa en personas mayores o en personas más jóvenes que tienen un trastorno del metabolismo de los lípidos. El anillo de Kayser-Fleischer se observa en enfermedades del metabolismo del cobre.

Iris y pupila.





Se examina la forma de las pupilas, su tamaño y su reactividad a la acomodación y la luz. Se aprecia la pigmentación del iris. Se debe buscar si las pupilas están chicas (mióticas), dilatadas (midriáticas), de distinto tamaño entre ellas (anisocoria), de forma alterada (discoria).

Algunos medicamentos, como las gotas de pilocarpina que se usan en el tratamiento de glaucoma, determinan que las pupilas estén muy mióticas. Otros medicamentos, como los que tienen acción atropínica, tienden a dilatarlas. También logran este efecto las emociones. El reflejo de acomodación se busca solicitando al paciente que mire un punto distante y luego uno cercano (por ejemplo, la punta de un lápiz, a 10 o 15 cm de distancia), y viceversa. En la visión cercana las pupilas se achican y los ojos convergen; en la visión distante las pupilas se dilatan. El reflejo a la luz se busca iluminando la córnea tangencialmente, desde un lado, con lo que las pupilas deben achicarse: en el lado iluminado se aprecia el reflejo directo y en el otro, el consensual. Cuando está presente el reflejo a la luz, habitualmente siempre está presente el de acomodación. La pupila de Argyll-Robertson se caracteriza porque se ha perdido el reflejo a la luz, pero se mantiene el de acomodación; se observa en neurosífilis.

El síndrome de Horner (o de Claude-Bernard-Horner) se caracteriza porque en un lado de la cara se observa una pupila miótica y una ptosis del párpado superior. También puede presentarse enoftalmos (globo ocular más hundido) y anhidrosis (falta de sudoración), de la mitad de la frente del lado comprometido. Se debe a una lesión a nivel del simpático cervical (p.ej.: un cáncer bronquial que invade el plexo braquial y la inervación simpática del cuello).

El exoftalmos es una condición en la cual los globos oculares protruyen de la órbita. Se ve en cuadros de bocio asociados a hipertiroidismo (enfermedad de Basedow-Graves). En los hipertiroidismos también se observa una discreta retracción del párpado superior con lo que aumenta la apertura palpebral. Al solicitar al paciente que siga con la vista el dedo del examinador mientras éste lo desplaza de arriba abajo, se logra ver el blanco de la esclera sobre el iris (signo de Graefe). La convergencia de los ojos también se compromete.

Cristalino.

Debe ser transparente para dejar pasar la luz. Sus opacidades se denominan cataratas y dificultan la visión. Cumple una función muy importante en la agudeza visual al ayudar a enfocar las imágenes en la retina.

Examen del fondo del ojo.



Para esta parte del examen se usa un oftalmoscopio que es un instrumento provisto de una fuente de luz y un juego de lentes con distintas dioptrías, que el examinador selecciona para enforcar la retina. Hay oftalmoscopios que entregan distintos haces de luz: un círculo de luz blanca, otro con un círculo más pequeño (algunos lo prefieren cuando las pupilas están mióticas), uno con una rejilla sobreproyectada (para efectuar mediciones), otro con luz verde (para identificar algunas lesiones de color rojo), uno que proyecta sólo un semicírculo de luz (con lo que se evitan algunos reflejos) y, por último, una luz en hendidura (para examinar aspectos específicos). El haz más usado es el de luz blanca. También, en algunos instrumentos, es posible graduar la intensidad de la luz. El juego de lentes está dispuesto en una rueda giratoria. Partiendo de una lente neutra, sin dioptrías (lente 0), hacia un lado se disponen aquellas que producen una convergencia de la luz (se identifican de color negro, llegan al número +40 y se seleccionan girando la rueda en el sentido de los punteros del reloj); hacia el otro lado están dispuestas aquellas que producen una divergencia de la luz (se identifican de color rojo, llegan al número -20 y se seleccionan girando la rueda en sentido contrario a los punteros del reloj). Estas lentes van a corregir los errores de refracción tanto del paciente como del examinador. No corrigen los defectos debido a astigmatismo (diferente curvatura de los meridianos de medios refringentes que impiden la convergencia en un solo foco). Si el examinador usa normalmente lentes ópticos, habitualmente efectúa el examen sin ellos, corrigiendo su defecto con las lentes del instrumento. En los casos en que no se logra una buena visión, se puede ensayar el examen con los lentes ópticos puestos (esto es válido tanto para el paciente como para el examinador).

Agudeza visual.

Se examina la visión de lejos y de cerca.

La ceguera de un ojo sin lesión aparente (p.ej.: por daño de la retina, del nervio óptico o el cerebro) se llama amaurosis.

Una visión reducida, sin lesión aparente del ojo, se llama ambliopía.



Defectos de los medios de refracción dan origen a: miopía (cortedad de la vista), hipermetropía (dificultad para ver con claridad los objetos situados cerca de los ojos), presbiopía o presbicia(hipermetropía adquirida con la edad; de cerca se ve mal y de lejos, mejor)



Evaluación de la visión de lejos.




Se utiliza la tabla de Snellen que consta de letras o símbolos de distinto tamaño. La persona que se evalúa se sitúa a 20 pies de distancia (unos 6 metros). Se examina cada ojo por separado. El resultado se expresa para cada ojo y se debe precisar si es con o sin lentes ópticos. Se trata de identificar hasta qué tamaño de letras la persona examinada logra leer desde esa distancia. La tabla, en cada línea, tiene un valor expresado como una fracción, en la que el numerador indica la distancia real (habitualmente 20 pies o unos 6 metros) y el denominador, la distancia a la que una persona con visión normal puede leer (las letras se van achicando de arriba hacia abajo). Lo normal es tener: 20/20 (a una distancia de 20 pies, se leen las letras de la línea 20/20). Si una persona es capaz de leer sólo hasta la línea 20/50, quiere decir que su agudeza visual de lejos está reducida, ya que lee a 20 pies de distancia lo que un normal lee a 50 pies. La tabla también contempla letras más chicas (20/15, 10/10) para personas de mayor agudeza visual o que, si están usado lentes, están sobrecorrigiendo. En niños y en personas analfabetas se usan símbolos o figuras en vez de letras. Una persona se podría considerar con ceguera legal si con su mejor ojo y con lentes logra leer sólo 20/200 o menos, o si su campo visual en el mejor ojo abarca menos de 20º.



Examen de la nariz y los senos perinasales.





Se debe observar la forma, la permeabilidad, si existen secreciones o descargas, el aspecto de la mucosa. Cuadros de rinitis alérgicas se acompañan de estornudos, congestión nasal bilateral, una mucosa de aspecto pálida o enrojecida y una descarga acuosa. En caso de un traumatismo con fractura de la base del cráneo (lámina cribiforme), puede producirse un goteo de líquido claro que corresponde a líquido cefaloraquídeo.

En caso de epistaxis se trata de ver de dónde viene la sangre. Una sinusitis puede asociarse a descarga de secreción mucopurulenta. En niños con insuficiencia respiratoria es frecuente ver un "aleteo" nasal (movimiento de las alas de la nariz con cada inspiración). Con una linterna y presionando un poco la punta de la nariz, se observa el interior de cada fosa nasal. Esto puede ser más expedito ayudándose de un espéculo nasal (puede servir para esto el oftalmoscopio con el espéculo de mayor diámetro). Se trata de precisar el aspecto de la mucosa, las características de las secreciones que puedan existir, si existen pólipos, la alineación del tabique y el aspecto de la parte anterior de los cornetes medio e inferior. Los usuarios de cocaína pueden desarrollar úlceras.

Examen de los senos perinasales

Los senos frontales y maxilares se examinan por palpacion, para detectar dolor relacionado con inflamación. Palpe los senos frontales presionando con los pulgares encima de la porción interna de las cejas. Evite presionar erróneamente las órbitas oculares. Palpe los senos maxilares presionando con la punta de sus dedos pulgares sobre los huesos maxilares, situados por debajo de las órbitas y a los lados de la nariz.Si se evidencia dolor a la palpación de los senos, puede realizar la transiluminación para detectar que estén ocupados por líquidos o masas.

Transiluminación

La técnica apropiada de transiluminación de los senos requiere un completo oscurecimiento de la habitación y una fuente intensa de luz. Puede usarse la luz del otoscopio. Sin embargo, aun con buena técnica, los hallazgos del examen pueden no ser confiables, por la gran variabilidad que existe en la transiluminación observada entre los individuos con los senos normales, llenos de aire.

Transilumine los senos frontales, presionando firmemente la fuente de luz contra el arco supraorbitario medial. Se considera normal un enrojecimiento evidente sobre la órbita ocular. Si no se observa el enrojecimiento, el seno debe estar ocupado



Transilumine los senos maxilares, pidiéndole al sujeto que incline la cabeza hacia atrás y abra la boca. Presione la luz contra la piel, justo por debajo del borde inferointerno de la órbita. Debe observarse un enrojecimiento en el área del paladar duro




Exploración de las estructuras externas e internas de la boca.
Labios.



Se examina su aspecto y simetría.

Entre las alteraciones que se pueden encontrar destaca el aumento de volumen por edema, cambios de coloración (p.ej.: palidez en anemia, cianosis en ambientes fríos, poliglobulia o hipoxemia), lesiones costrosas (p.ej.: en herpes simple), si están inflamados, secos y agrietados (queilitis), si existen "boqueras" (queilitis angular o estomatitis angular), fisuras (p.ej.: labio leporino), lesiones pigmentadas (p.ej.: en el síndrome de Peutz-Jeghers que se asocia a poliposis intestinal).




Mucosa bucal




Se examina la mucosa bucal (humedad, color, lesiones). En la xerostomía se produce poca saliva y la boca está seca; en una candidiasis bucal o muguet (infección por Candida albicans) se presentan múltiples lesiones blanquecinas; las aftas bucales son lesiones ulceradas, habitualmente ovaladas, rodeadas por eritema y son dolorosas. La desembocadura del conducto de Stenson puede aparecer inflamada en cuadros de parotiditis infecciosa (paperas). En insuficiencia suprarenal (enfermedad de Addison) pueden verse zonas de hiperpigmentación (melanoplaquias o melanoplasia). Las leucoplaquias o leucoplasias son lesiones blanquecinas, planas, ligeramente elevadas, de aspecto áspero, que pueden ser precancerosas.

Dientes.

Conveniente fijarse si están todas las piezas dentales, si existen caries o prótesis (de la arcada superior o la inferior). Un paciente está desdentado o edentado si ha perdido sus dientes. La mordida se refiere a la oclusión de los dientes y normalmente los molares superiores deben apoyarse directamente sobre los inferiores y los incisivos superiores deben quedar discretamente por delante de los inferiores. Las alteraciones de la mordida pueden llevar a un trastorno doloroso a nivel de las articulaciones témporo-mandibulares, especialmente al masticar. También se le pide al paciente que abra y cierre la boca para buscar si a nivel de las articulaciones témporo-mandibulares se produce una discreta traba o resalte, o si la boca se abre y se cierra con desviaciones anormales.

Encías.






Observar el aspecto, coloración, aseo, acumulación de sarro en el cuello de los dientes. Algunos medicamentos, como la fenitoína, producen una hipertrofia de las encías.

La gingivitis es una inflamación de ellas. En cuadros hemorragíparos se pueden ver signos de hemorragias o petequias. Una línea azul-negruzca en el borde de la encía puede deberse a una intoxicación crónica por plomo o bismuto. También se debe observar si existe una retracción de las encías que deja a la vista parte de la raíz de los dientes (gingivitis crónica y periodontitis).

Lengua.

Normalmente presenta algo de saburra, pero en cuadros febriles y por falta de aseo, aumenta. Un aspecto como mapa geográfico (lengua geográfica) o con surcos profundos (lengua fisurada o cerebriforme), no significa enfermedad.

Glositis




En las glositis la lengua está inflamada y se ve roja y depapilada. Puede deberse en deficiencia de vitaminas, especialmente del complejo B. Con el uso de antibióticos, ocasionalmente, puede desarrollarse una coloración negruzca en el dorso de la lengua asociada a hipertrofia de las papilas. También es sitio de tumores, úlceras, aftas, leucoplasias. Como parte del examen neurológico se examina la protrusión de la lengua y sus movimientos. Cuando existe una parálisis del nervio hipogloso de un lado (XII par craneal), la lengua protruye hacia el lado de la parálisis del nervio. En enfermedades asociadas a denervación se pueden ver contracciones de grupos de fibras musculares (fasciculaciones).

Paladar.




En el paladar duro pueden haber hendiduras como parte de un labio fisurado. La presencia de una prominencia ósea en la línea media (torus palatinus), no tiene mayor significado patológico. Se pueden encontrar petequias, úlceras, signos de candidiasis, tumores (p.ej.: tumor de Kaposi). En el paladar blando, que viene a continuación, interesa ver sus movimientos que dependen de la invervación del glosofaríngeo (IX par craneal) y el vago (X par craneal). Cuando existe un compromiso del X par craneal en un lado, al pedir al paciente que diga "AAAH... ", un lado del paladar se eleva mientras que el otro no lo hace, y la úvula se desvía hacia el lado que se eleva.

Orofaringe.

Se le pide al paciente que abra la boca y se ilumina con una linterna. Con frecuencia es necesario usar un bajalenguas que se apoya entre el tercio medio y el posterior. Para deprimir la lengua no conviene que el paciente la esté protruyendo. Algunas personas tienen un reflejo de arcada muy sensible que puede hacer imposible usar un bajalenguas. Al mirar la orofaringe, se aprovecha de examinar las amígdalas. Cuando estas tienen una infección purulenta se ven con exudados blanquecinos y el enfermo presenta fiebre elevada, odinofagia, pésimo aliento, adenopatías submandibulares y cefalea. Las causas más frecuentes son una infección por estreptococos o una mononucleosis infecciosa. A veces se encuentra en alguna cripta amigdaliana una formación blanquecina que se debe a acumulación de desechos celulares y restos de comida; también puede corresponder a concreciones calcáreas (tonsilolito).

Glándulas salivales.



En las parótidas y las submandibulares se pueden presentar litiasis que obstruyen el conducto principal y generan dolor y aumento de volumen. También pueden ser sitio de infecciones: las paperas comprometen las parótidas (parotiditis infecciosa); en pacientes con sequedad de la boca, mal aseo bucal y compromiso inmunológico se pueden presentar infecciones purulentas. Las parótidas crecen en algunas enfermedades como en la cirrosis hepática (hipertrofia parotídea): se observa un abultamiento detrás de las ramas de la mandíbula que puede levantar un poco el lóbulo de las orejas.


Examen del oído.

Oído externo.









Se examinan los pabellones auriculares. La implantación normal se verifica trazando una línea imaginaria desde el canto externo del ojo a la prominencia del occipucio: el borde superior del pabellón debe pasar por esta línea o sobre ella. En algunos trastornos cromosómicos la implantación de los pabellones auriculares es más baja. El color y la temperatura de las orejas dependen de distintos factores: están frías y pálidas o cianóticas en ambientes fríos o en situaciones de mala perfusión tisular; rojas o hiperémicas en caso de existir una inflamación; cianóticas cuando existe una mala oxigenación con hipoxemia. Pacientes con gota pueden presentar en la región del hélix (borde externo) unos nódulos que se conocen como tofos (son depósitos de cristales de ácido úrico). El pabellón auricular puede ser sitio de condritis ya que está formado por cartílago. En la zona del lóbulo de las orejas, por uso de pendientes, se pueden observar signos inflamatorios por alergia a metales o infecciones. Por picaduras de insectos pueden verse nódulos inflamatorios o signos de celulitis. Si se desencadena dolor al mover la oreja, podría haber una otitis externa, en cambio, si el dolor se desencadena al presionar sobre el proceso mastoides, por detrás de la oreja, podría hacer una otitis media.

Otoscopía.






El otoscopio se usa para iluminar e inspeccionar el canal auditivo y la membrana timpánica.

Audición.



Se estaría evaluando desde el momento que el examinador conversa con el paciente. En la medida que le tenga que repetir las preguntas, o sea necesario hablarle más fuerte, la audición estaría comprometida. Una maniobra para detectar un trastorno más fino consiste en acercar una mano frente a un oído y frotar los dedos: si el paciente lo escucha avala que la audición no está tan comprometida. Otro recurso es acercar un reloj de pulsera de tic-tac.

Pruebas de audición con diapasón.



Los diapasones, al activarlos para que vibren, producen un sonido que depende de su calibración. Para evaluar la audición se usan instrumentos que vibren entre 500 y 1000 ciclos por segundo (Hertz, Hz), aunque el oído normal puede reconocer entre 300 y 3000 Hz. Diapasones de menores frecuencias (p.ej.: 128 Hz) se usan en el examen físico para estudiar la sensibilidad vibratoria y no son los más convenientes para evaluar la audición ya que sobrestiman la conducción ósea.

La prueba de Weber consiste en apoyar el diapasón vibrando en la línea media del cráneo o la mitad de la frente. La vibración, y por lo tanto el sonido, se debe transmitir, en condiciones normales, en igual intensidad a ambos oídos. Si existe un defecto de audición, el sonido se lateraliza. Cuando el defecto es de conducción (por alteración a nivel del conducto auditivo externo o el oído medio), la lateralización es al mismo lado. Para comprobar que esto ocurre, ensaye con usted mismo, tapándose un oído mientras se aplica el diapasón vibrando en la frente. Cuando el defecto es sensorial (por alteración a nivel del oído interno o el nervio auditivo), la lateralización ocurre hacia el oído sano.

La prueba de Rinne consiste en apoyar el diapasón vibrando en el mastoides de un oído y medir el tiempo que la persona escucha el sonido de esa forma y, acto seguido, y sin que deje de vibrar el diapasón, se coloca frente al oído, y se mide el tiempo que la persona escucha de esa otra forma. Lo mismo se repite en el otro oído. Lo normal es que el tiempo que se escucha el sonido por conducción aérea (sin que el diapasón esté apoyado) sea por lo menos del doble de lo que se escucha por conducción ósea (mientras el instrumento está apoyado). Cuando existe un defecto en la conducción aérea, se escucha más tiempo el sonido por conducción ósea. Cuando el defecto es sensorial o sensorineural, se escucha más tiempo la conducción aérea, pero no el doble que la ósea, como sería lo normal. Para una evaluación de la audición más completa se solicita una audiometría que se puede complementar con otras pruebas.